Cuando conocí a mi abuela: Una poema de Julianna González
September 26, 2011 by admin
Soy la hija del hijo que ella tuvo con el amor de su vida.
Tengo sus manos.
Dedos largos que sirven para agarrar peras
que con un jalón lloran lágrimas blancas
que se riegan sobre la piel,
dejándola pegajosa con el dolor
de su dulce sacrificio.
Soy la nieta que nunca olvidó.
Su mente baila al ritmo de los tambores
de su memoria deteriorante,
los nombres de sus hijos
se le escapan
con un suspiro
de los labios,
inesperadamente,
en un momento de melancolía,
de desmemoria.
Soy la joven que no entiende.
Me imagino caminando con ella
mano en mano,
nuestros dedos largos enredados,
pasando una tarde entera
agarrando peras.
Agradeciéndolas.
Agradeciéndola.
Soy la muchachita que no sabe qué decir.